En el marco de la educación del siglo XXI, ha tenido lugar el Congreso de Innovación Educativa en Valladolid. Escuelas Católicas proponía el siguiente título: «La educación del futuro. Afrontando el desafío.»
La cita reúne a educadores, directores de centro y expertos en pedagogía con el propósito de promover enfoques novedosos dentro del ámbito educativo.
Los ponentes encargados de animar las diferentes sesiones han abordado el proceso de cambio que ha experimentado la tecnología en los últimos años y nos han planteado herramientas para utilizarla de manera responsable dentro y fuera de nuestro contexto escolar.
Los avances tecnológicos han transformado radicalmente la forma en que los usuarios acceden a la información y aprenden. Sin embargo, este cambio conlleva la necesidad de educar a los jóvenes en el uso ético y responsable de la tecnología, fomentando la alfabetización digital y conciencia sobre los riesgos asociados.
Además, se ha destacado el papel cada vez más relevante de la Inteligencia Artificial (IA) en el aula. La IA ofrece recursos y herramientas que pueden personalizar la enseñanza, adaptándola a las necesidades individuales de nuestros estudiantes. Esto no sólo enriquece la experiencia de aprendizaje, si no que otorga el desarrollo de habilidades críticas, como el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
La importancia de contar con un plan digital y un plan de innovación en nuestro centro radica en preparar a nuestros alumnos para una sociedad en continuo cambio. El uso de dispositivos digitales y nuevas metodologías enriquece la experiencia de aprendizaje integrándolo en la nueva era y prepara a los educandos para un futuro lleno de oportunidades y desafíos.
Ni qué decir tiene que la responsabilidad de llevar a cabo esta labor reside en una corresponsabilidad entre el colegio y las familias. Es muy importante que todos rememos en la misma dirección, sin demonizar la innovación y apostando por una educación híbrida y de calidad.
Este Congreso se convierte en un foro enriquecedor donde se fomenta el diálogo y el intercambio de ideas sobre cómo aprovechar las herramientas tecnológicas, la IA y los nuevos modelos de metodologías activas. Mejorando así la educación y preparando a los estudiantes para un mundo en constante evolución. El compromiso de Escuelas Católicas con la innovación es un reflejo del enfoque progresista de la comunidad educativa en busca de un futuro educativo más prometedor.